PILATES EN EL DÍA A DÍA

PILATES EN EL DÍA A DÍA



Después de una operación de fijación de vértebras en la columna (artrodesis), y cuando el médico te dice que nada de peso, nada de movimiento, que procures no doblarte, que no bebas, que no fumes….pues te quedas pensando ¿Y ahora qué? Esto no me lo avisaron antes de operarme. La calidad de vida ha bajado en picado, en acciones cotidianas en casa en las que nunca te has parado a pensar, y que ahora son un mundo. Es un círculo vicioso, porque al no mover la zona de la cintura, se pierde masa muscular, se pierde protección de la zona y cada vez que hacemos cualquier movimiento fuera de lo normal o carguemos con una simple bolsa, estaremos doloridos lo que reste de día.

                                        

 Leyendo en foros de internet y tras leer casos similares al mío, te haces a la idea de que a partir de ahora tienes que vivir  con eso y te resignas, con lo que te deprimes…..hasta que descubres el mundo del Pilates.

Había oído hablar de Pilates por supuesto, pero tenía la imagen de gente haciendo gimnasia y abdominales en el suelo, que es lo que se ve habitualmente en los gimnasios, pero Pilates es mucho más, es un mundo, porque puede abarcar tanto que podría escribir un libro de todos sus beneficios y aplicaciones, pero me centraré solo en mi caso personal, intentando hacer que la persona que lea esto, se pueda plantear comenzar a practicarlo y sobre todo el por qué practicarlo. Lo más recomendado es ponerse en manos de un profesional en un estudio de Pilates especializado, con grupos reducidos o individualmente.(Antes de nada también quería aclarar que aunque hago la diferenciación entre Pilates de gimnasio y Pilates de estudio especializado, no quiero con ello menospreciar a ninguno de ellos, simplemente son diferentes; el que se practica en gimnasios en grupos de 20-30 personas, son ejercicios de Pilates o gimnasia de Pilates si preferimos mejor, y el Pilates que se practica en un estudio especializado, son ejercicios para fortalecer y estirar nuestra zona media y corregir posturas, siempre bajo la supervisión del profesor.)

En mi caso, después de verlo tan negro, me di cuenta ya en la primera clase de que esto era lo mío y vi la luz (no suele ser lo habitual). Tuve esa conciencia de que este método iba a ser la forma perfecta de poder fortalecer mi espalda de una forma segura. Siempre había hecho mucho deporte y he tenido muchas lesiones, y la espalda en particular llevaba años dándome la lata, con lo que quizás por eso lo vi y lo sentí tan rápido. Llevo ya 3 meses dando clases individuales, y el cambio para mi es espectacular. A la gente de mi entorno seguramente le pase desapercibido este cambio, pero para mí que vivo conmigo las 24 h. repito que el cambio ha sido espectacular.

Todas esas tareas cotidianas de las que hablaba antes y que se hacían un mundo, ahora puedo hacerlas sin problemas. Sigo con las limitaciones de la operación, pero es que ya puedo barrer y pasar la aspiradora sin sentir que me apuñalan en las lumbares, ya puedo hacer la compra y llevar un par de bolsas sin sentir luego después como si me hubieran apuñeteado la espalda, ¡y ya me puedo cortar las uñas de los pies!. El caso que más me ha marcado fue el otro día, que iba a comprar precisamente al DIA de mi barrio, y cuando salí iba con 2 bolsas, una en cada mano. Iba pensando en mis cosas, y a mitad de camino me quedé parado y sorprendido, porque sin hacerlo consciéntemente, noté como mi espalda y mi zona abdominal estaba trabajando para protegerme del peso de esas 2 bolsas, lo reconozco, me emocioné y todo, y más me emocioné cuando luego esa tarde no noté ninguna molestia.

                                    

Son solo unos ejemplos del cambio que ha supuesto empezar a trabajar toda la zona media (abdominales y lumbares) con Pilates. Poco a poco los médicos están empezando a tomar conciencia de los beneficios que puede aportar a muchos de sus pacientes y ya empiezan a recomendarlo, y también personas sanas que quieren seguir estándolo empiezan a practicarlo, que es lo más complicado, porque aún no tenemos esa conciencia de cuidar nuestro cuerpo.

Si alguien en situación similar a la mía lee esto, que sepa que hay luz al final del túnel, y le animo a que practique Pilates. Y se lo recomiendo a todo el mundo.

Y para terminar, darle mil gracias a mi profesora Estela Franco Hipola, por hacer posibles todos estos cambios gracias a su forma de trabajar.

                                                                                                                                     N.M.T.


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